Llegó más tarde de lo habitual de sus clases de teatro
Entró a mi habitación
“Tengo algo que contarte”
Discutimos diez, cuarenta minutos
Nos besamos
Ella sobre mí, yo sobre la silla
Se quitó la ropa, se puso su pijama, que es mi ropa
Dijo, pese a todo, te quiero
Dijo lo que dice, del azar y el mañana
Apagó la luz de la mesilla
Durmió en su lado, salvo una mano, que me tocaba la espalda
Despertó despacio, se acercó
Me besó largo, con aliento de almohada
Se levantó de la cama
Cerró la ventana
Fue a la cocina
Abrió el cajón
Sacó el azúcar del cajón
Lloró dos o tres lágrimas
Prendió un cigarrillo, en silencio
Removió el café
Fuera llovía
Se puso la chaqueta
Se tocó el pelo
Y se fue
Escribes bien, Juanjo. Tu texto es poesía de diario, de la que aguanta el buen tiempo y los aguaceros por igual. Gracias, ha sido un momento agradable.
Una canción con más ligereza, palabra que se ha puesto de moda, por cierto.