Una entrevista escrita.
Zárate es de Perú, de Lima, pero es de la selva. “Cada cronista tiene que preguntarse cuál es la geografía que más resuena con su temperamento”, dice, y en su caso es la selva. Y de esos ecosistemas escribe, mucho y muy bien, de los crímenes contra la selva y los que la caminan, del territorio que llueve y llora. Ha ganado el premio Gabo, el Ortega y Gasset y más. Mejor léanle. Aquí una probadita, el comienzo de su crónica “Un niño manchado de petróleo”.
Si Dios pudiera concederle un deseo, Osman Cuñachí, niño awajún, le pediría un smartphone. O una pelota de fútbol. O cambiar sus chancletas de plástico por unas zapatillas fosforescentes. Aunque, si lo piensa mejor, pediría más bien una bonita casa de cemento y ladrillo como las que una vez vio en Lima, más resistentes a las tormentas que las cabañas de madera y techo de hojas que abundan en Nazareth. Por eso Osman, miembro de la etnia más numerosa de la selva norte del Perú, quiere mudarse a la capital para estudiar Arquitectura, tener una esposa y un solo hijo, pues sabe que criar tres o cuatro o cinco, como es habitual en su aldea, supone pasar hambre y necesidad. Eso le ha dicho papá, un profesor jubilado que alimenta cinco bocas con su pensión mensual de 400 soles (105 euros): ni la mitad de un sueldo mínimo. El viejo prefiere que Osman sea ingeniero químico para que sepa todo sobre el petróleo y así le vaya mejor que a él. Porque desde que una enorme tubería rota derramó unos 500.000 litros de este combustible aquí, en este pedazo de bosque húmedo y montañoso de Amazonas, la región más empobrecida del país, algunos adultos dicen que un mes limpiando el petróleo del río paga siete veces más que un mes cultivando la tierra. Aunque ahora teman quedar envenenados.
Cómo escriben los que escriben: Joseph Zárate
1. ¿Cuándo escribes?
Sobre todo cuando veo que se acerca el deadline.
2. ¿Cuánto tiempo le dedicas?
Varía, pero en promedio, sentado frente a la compu, escribiendo, unas 6 horas, con ciertos paréntesis para salir a caminar. La espalda ya me comienza a doler.
3. ¿Cómo? ¿Te pones música? ¿En silencio? ¿Puedes escribir en un bar?
Suelo escribir en casa, en una pequeña habitación donde tengo mis libros. A veces escucho música instrumental, de diversos géneros. Otras veces, en silencio nomás.
4. ¿Dónde compras libros? ¿Una librería favorita?
Los libros en Lima son demasiado caros. Así que, cuando viajo, aprovecho a comprar en ciudades donde están más baratos. Otra opción práctica es Buscalibre.
5. ¿Tienes una tipografía/fuente predilecta?
Ahorita, Times New Roman. La de toda la vida.
6. ¿Qué disparadores de escritura tienes? ¿Qué te pone a escribir?
Haber dormido bien es lo principal para mí. Un buen café recién hecho también me pone en modalidad-trabajo. Siempre tengo algún libro de poesía o un diario de escritor cerca. Cuando estoy decaído, me ayudan a conectarme con la emoción de escribir.
7. ¿Cuándo, dónde o cómo se te suelen ocurrir ideas?
Eso ocurre mientras voy investigando, leyendo a otros autores y autoras, sobre todo. Cuando salgo a caminar o lavo los platos también se me van ocurriendo cosas. A veces mientras duermo, también.
8. ¿Como quién te gustaría escribir?
Ahora mismo, como Ocean Vuong. Mañana, no sé.
9. ¿Qué talento -cual sea- te gustaría tener?
Talento para escribir poesía. Y para tocar muy bien la batería.
10. ¿Un poema o canción que te haga llorar?
La versión de Joe Cocker de With a Little Help From My Friends en Woodstock. Me recuerda a mi viejo.
11. ¿Qué haces cuando sientes que lo que escribes no tiene sentido o valor?
La verdad me siento así la mayoría de las veces. En esos casos, salgo a caminar o duermo un rato o converso con mi esposa o llamo a algún amigo querido.
12. ¿Cómo imaginas tu trabajo ideal?
Lo ideal, para mí, es no tener que estar demasiado preocupado por llegar a fin de mes.
13. ¿Qué te separa de ello?
La precariedad económica causada por el sistema capitalista en el que vivimos.
14. ¿Por cuánto dinero -mínimo- lo harías?
Habría que multiplicar tres o cuatro veces el sueldo promedio de un profesor universitario peruano.
15. ¿Un/a periodista que leas con frecuencia? ¿Un/a escritor/a? ¿Una newsletter?
Leo sobre todo poetas, pero ya están muertos o muertas.
16. ¿A qué medios/creadores estás suscrito? ¿Cuáles pagas?
A ninguno. Le robo la contraseña de las suscripciones que tiene mi esposa.
17. ¿Cuánto crees que habría que cobrar por un reportaje, una crónica, un artículo, una columna? Elige una o todas.
En promedio, cuatro veces más de lo que pagan actualmente en Latinoamérica.
18. ¿Cuánto es lo menos que te han pagado por escribir algo? ¿Y lo más?
Alguna vez lo he hecho sin cobrar.
19. ¿Cuál sería el título de tu autobiografía?
Me demoraré mucho pensando, así que mejor sigo con la siguiente pregunta.
20. Si tu escritura fuera un plato de comida, ¿qué sería?
Un plato irresistiblemente peruano.
21. Si pudieras cenar con tres escritores/as (vivos o muertos), ¿a quiénes elegirías y por qué?
César Vallejo, José Watanabe, Jorge Eduardo Eielson.
22. ¿Qué consejo te hubiera encantado recibir cuando empezaste a escribir?+
“Ejercítate y cuida la salud de tu cuerpo. Cuando seas un escritor de 40, me lo agradecerás”.
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También tienen los libros de Zárate: “Guerras del interior” y “Algo nuestro sobre la tierra”, con un 5% de descuento para los lectores de esta newsletter. Solo id, decid que vais de parte de la newsletter de Juanjo, o de El viaje interminable, y a leer.
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Leer me entretiene pero no me forma. Para que escriben los escritores? Algunos ganan mucha plata y tienen el aliciente de seguir. Pero la mayoría están tiesos y siguen jugando con su imaginación a ver si suena la flauta. Suerte .