Una entrevista escrita.
Mónica Ojeda fue la primera de tres. Hace un año. Luego Leila Guerriero, luego Martín Caparrós. Tres días de taller de periodismo narrativo o literario o bien escrito. Yo iba al taller para ver si aprendía algo, si encontraba algo de ilusión en el oficio, si hacía algún amigo, si mataba tres tardes de pringosa primavera, yo estaba triste como un pájaro sin río. Y me encontré con un volcán de elocuencia, de referencias, de intelectualidad a 650 metros de altura sobre el mar, en el centro de Madrid. Mónica viene de las faldas de los Andes, de un país chiquito con océano, selva y mal de altura. Nosotros en sillas a su alrededor más bien con la boca abierta. Así pasaron dos horas, sin juntar los dientes. Y me conseguí su libro de Las Voladoras y leí algunos de los cuentos y ahí estaba la misma alegre elocuencia y las referencias y la intelectualidad. Y también están hoy, claro, en estas 26 preguntas que contesta.
Cómo escriben las que escriben: Mónica Ojeda
¿Cuándo escribes?
Cuando puedo y cuando no puedo. Mi forma de escribir es rascarle tiempo de escritura a todo lo demás.
¿Cuánto tiempo le dedicas?
Depende. No tengo ni horario ni lugar fijo de escritura. Hay ocasiones en las que puedo dedicarle 7 horas al día a la escritura. Otras en las que apenas dos. Otras en las que ninguna.
¿Cómo? ¿Te pones música? ¿En silencio? ¿Puedes escribir en un bar?
Escribo en mi escritorio, en el sofá o en alguna cafetería del barrio. No tengo una habitación propia, así que mis lugares de escritura van rotando. Cuando escribo en cafeterías me llevo mis audífonos y me pongo música instrumental para opacar las voces de las personas. Prefiero escribir en silencio, pero si no puedo evitar que haya gente hablando a mi alrededor me pongo música.
¿Dónde compras libros? ¿Una librería favorita?
Enclave de libros es mi librería favorita.
¿Tienes una tipografía/fuente predilecta?
No. Una que no llame mucho la atención.
¿Qué disparadores de escritura tienes? ¿Qué te pone a escribir?
Determinadas emociones y temas que me obsesionan: el territorio, lo monstruoso como insurgencia de las formas y las pasiones.
¿Cuándo, dónde o cómo se te suelen ocurrir ideas?
Cuando me acuesto a dormir. Antes de quedarme dormida suelo pensar en lo que quiero escribir y en esos momentos mis ideas suelen tomar forma.
¿Como quién te gustaría escribir?
Quisiera escribir como una mezcla entre Marosa di Giorgio, Edmond Jàbes, David Foster Wallace, Anne Carson y Libertad Demitrópolus.
¿Qué talento -cual sea- te gustaría tener?
Me gustaría saber tocar algún instrumento musical.
¿Un poema o canción que te haga llorar?
Poema: “Sollozo por Pedro Jara” de Efraín Jara Idrovo. Canción: “Hope There's Someone” de Antony and the Johnsons
¿Qué haces cuando sientes que lo que escribes no tiene sentido o valor?
Ponerlo en común con lectoras y recordar que no soy yo quien debe decidir si lo que escribo tiene sentido o valor, sino las lectoras.
¿Cómo imaginas tu trabajo ideal?
Mi trabajo ideal sería no trabajar, o al menos no tener que hacerlo respondiendo al actual sistema en el que vivimos. Mi trabajo ideal sería escribir y leer y cuidar de mis plantas y tener un huerto y tener un cuerpo descansado y gozoso y abierto.
¿Qué te separa de ello?
El capitalismo.
¿Por cuánto dinero -mínimo- lo harías?
Ahora mismo vivo de dar clases y talleres, y eso es lo más cercano que tengo a mi trabajo ideal (leer, escribir, plantar un huerto). Lo hago por lo que me paguen y a veces lo hago para recaudar fondos para colectivas con las que colaboro.
¿Un/a periodista que leas con frecuencia? ¿Un/a escritor/a? ¿Una newsletter?
Periodista: Karol Noroña
Escritor: Pascal Quignard
No sigo newsletters.
¿A qué medios/creadores estás suscrito? ¿Cuáles pagas?
Ninguno.
¿Cuánto crees que habría que cobrar por un reportaje, una crónica, un artículo, una columna? Elige una o todas.
El doble o el triple de lo que suele pagarse.
¿Cuánto es lo menos que te han pagado por escribir algo? ¿Y lo más?
Lo menos: directamente no me han pagado.
Lo más: con mi última novela me dieron un adelanto que me permitió disminuir mis horas de trabajo como profesora y tener más tiempo para escribir.
¿Cuál sería el título de tu autobiografía?
Se llamaría ‘No entiendo absolutamente nada’. O algún verso de Eielson: “Todo el mundo huye de mi corazón porque parece un cocodrilo”. O uno de Emily Dickinson: “En mi volcán crece la hierba”. Pero creo que me voy por la primera opción porque es más sincera.
Si tu escritura fuera un plato de comida, ¿qué sería?
Un tigrillo.
Si pudieras cenar con tres escritores/as (vivos o muertos), ¿a quiénes elegirías y por qué?
No querría cenar con autoras a las que admiro. Me pondría nerviosa.
¿Qué consejo te hubiera encantado recibir cuando empezaste a escribir?
Que sea paciente.
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También tienen el último libro de Mónica Ojeda, “Chamanes eléctricos en la fiesta del sol”, con un 5% de descuento para los lectores de esta newsletter. Solo id, decid que vais de parte de la newsletter de Juanjo, o de El viaje interminable, y a leer.
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