Para volver siempre hay que preparar una maleta y despedirse. Digo adiós y aprieto una sudadera y un par de emociones en la mochila. En pocas horas estaré en España, y ya echo de menos cosas que ni siquiera recordaré. Me gustaría ver a todas las personas que he conocido en estos seis meses, tomar un café y contarles que me voy, que ha sido un placer compartir este tiempo (este, si soy optimista y apunto a los cien años, 0,5 por ciento de mi vida). No me va a dar tiempo, nunca me da tiempo a hacerlo todo, no entiendo el tiempo.
También me gustaría despedirme de toda la gente con la que he intercambiado alguna charla en estos seis meses: hacer una fila con la panadera, el verdulero, la cajera, el del Kebab, el camarero, el que controla el parking de bicis, el guardia de la biblioteca, la bibliotecaria, el portero del bar, la que vende aguacates; y estrecharles la mano, decirles gracias y decirles que ya no me verán más, que voy a invertir el siguiente 0,5 por ciento en otras tierras, más cálidas.
Alargaría la fila con toda la gente con la que me he cruzado en el metro, en la calle, en los bares, en el mercado. La fila sería interminable. No creo merecer una despedida de tal magnitud. Un amigo me decía en Whatsapp: “hay que ir preparando despedidas 2022”. No he vivido en la misma ciudad más de seis meses desde el verano de 2018, y he tenido tantas y tan buenas despedidas que, quizá, por eso sigo yéndome. “Nada une más que una despedida”, dijo uno. Será porque tienes ocasión de decir todo eso que se sobreentiende -y malentiende- en el día a día: “te quiero”, “vuelve pronto”, “te echaré de menos”, “cuídate”.
Aún no aterrizo en España. Y en dos semanas me voy, de nuevo, a abrir otra ventana, a habitar otra casa, una casa que todavía no conozco, pero que es la número 16.
Os quiero, volveré pronto, os echaré de menos, cuidaos.
P.S. Cuando no sé por qué estoy en el sitio que estoy, abro ventanas. Os recomiendo abrir, con este enlace, un par de ellas cada mañana: https://www.window-swap.com/Window
Leerte me conecta con mi parte más nostálgica. ¡Una belleza lo de las ventanas! Abrazos de ida y vuelta 😊