04/08/2022
Casi las cinco de la tarde y casi termino la novela Bonsái, de Alejandro Zambra. No le sobra ni una sílaba, ni una floritura, todo bien cortadito. Cuando me queda una página se abre la puerta. Llega mi compañera del trabajo.
Al rato me siento a terminar la novela. En la última página, Julio, el protagonista, se entera de que Emilia, su amor de hace años, se suicidó saltando al metro en Antón Martín. Él, en Santiago de Chile, donde vive y vivió, se monta a un taxi y le pide que conduzca, que conduzca a donde sea, que tiene 30.000 pesos, que maneje hasta que se acaben los 30.000 pesos.
Hay días en que la tierra es menos redonda, más imperfecta.
05/08/2022
“La mejor manera de controlar el fuego es con fuego. El bosque solo es una etapa del fuego. La prevención de incendios evita los incendios pequeños y medianos, solo los grandes superan esta barrera. Que hubiera incendios pequeños y medianos evitaría los grandes”.
Todas estas ideas vienen de boca y voz de un experto en extinción de incendios del gobierno autonómico de Cataluña. Cuántas contradicciones somos capaces de aguantar, de ver, de entender.
El migrante que arriesga su vida viajando sobre La Bestia, el “tren de la muerte” que cruza México cargado de metales, combustibles y personas, puede ser -y en ocasiones es, según Óscar Martínez, periodista salvadoreño, el que viola a la migrante que arriesga su vida viajando sobre La Bestia.
El minero que respira polvo de sílice y muere 30 años antes de los que debiese, y se queda sordo de las explosiones en la mina, y tiene una paga miserable, puede ser -y en ocasiones es, según Ander Izaguirre, periodista español, el que maltrata a su mujer o hija al volver a casa, el que viola a su vecina.
El tirano, torturador, asesino puede ser -y en ocasiones es- un padre amoroso, un abuelo cariñoso. No todos son completamente buenos, no todos son completamente malos.
08/08/2022
En el poemario “En esta noche, en este mundo”, de Alejandra Pizarnik:
“Alguna vez
Alguna vez tal vez
Me iré sin quedarme
Me iré como quien se va”
Todas las mañanas viene un pájaro a mi ventana. Es chiquito, mitad negro mitad amarillo, le conjuntan bien los colores. No sé desde cuándo viene, pero ya parece parte del ciclo natural: día, noche, lluvia, evaporación, pajarito en la ventana.
Se apoya en la barandilla. Mira y vuelve a mirar. Aletea y se choca con el cristal. Se posa de nuevo. Vuelve a intentarlo, se choca. A la tercera o cuarta, según lo tozudo que esté, se marcha. “Pinche casa en medio de mi camino”, pensará mientras la rodea.
La ventana tiene un efecto espejo, y creo que esa es la razón de sus visitas. Realmente no viene a verme, solo se golpea por error con la ventana: cree que hay árboles donde solo hay vidrio.
¿Pero por qué se equivoca todos los días, más o menos a la misma hora?
Y Pizarnik da una posible respuesta:
“Si no entiendo
Si vuelvo sin entender
Habré sabido qué cosa es
No entender”
09/08/2022
Anoche sufrí los delirios de la febrícula. Apuesto que mi cuerpo sobrepasó los 40 grados estivales. Entre escalofríos y dolor de cabeza intenso, tuve pesadillas kafkianas. En una de ellas me despertaba convertido en insecto, como Samsa. Por suerte, cuando el sol llegó a mi auxilio no tenía ni patitas ni alas, seguía siendo el mismo ser humano de siempre, si no contamos las babas y un zumbido extraño en mi cabeza.
De haber sufrido una metamorfosis así, y de haber podido elegir, me habría convertido en gato, en pájaro o en niño. Para dormir siestas a deshora, cagar en estatuas de reyes o, de nuevo, dormir siestas a deshora. Los tres viven vidas reposadas y contemplativas y, además, (dependiendo de la edad del niño) no son autoconscientes, esta estúpida cualidad de saberse uno mismo. De pensar, y de darte cuenta de que lo estás haciendo. Eso se podría ir al carajo.
11/08/2022
No tengo ganas de nada. Solo de ver YouTube.
“Colapse ahora y evite aglomeraciones”, dice Carlos Taibo en una charla sobre decrecimiento y colapso.
“No tengo metas porque no soy un caballo”, dice Villalobos en una charla sobre humor y literatura.
“La filosofía es como intentar entrar a una conversación que lleva miles de años sucediendo”, dice Mateus Ruzzarin en el canal del mexicano Roberto Martínez, el más grande -de entrevistas- en castellano. La entrevista dura seis horas y media.
Y me imagino entrando a un bar y preguntando a Sócrates y a Platón que de qué hablaban.
“Cada vez que encuentro el sentido de la vida, lo cambian”, dice el entrevistador.
12/08/2022
Lo primero que me volvió fue el apetito, después las ganas de leer, después las ganas de tocar la guitarra. Lo último, las ganas de fumar.
13/08/2022
La enfermedad y el antibiótico, la fiebre y el antipirético, el cansancio y la doble inyección de vitaminas (una en cada nalga) tumban elefantes. Estoy derrotado. No puedo pensar. Tengo una nube en la cabeza. Camino por un campo castellano en mitad de noviembre, yermo.
“Es más fácil atrapar a un conejo que a un lector”, decía Márquez. Y con esta nube que habito, no creo que haya demasiados conejos en mi red.
Aquí uno.
Abrazos, Juanjo. Que te mejores muy pronto.