Anoche me peleé con un oso, el oso que ataca cada víspera de cumpleaños. La última víspera estaba en Bruselas y, la verdad, el zarpazo me dejó sin respiración unos minutos antes de medianoche. “¿Qué vamos a hacer mañana por tu 30 cumpleaños?”, me preguntó una amiga con todo el cariño e ilusión posible. No recuerdo qué contesté, pero, tumbado en la cama, me quedé boqueando como un pescado en cubierta. Gracias a la teoría de “los renacidos” recuperé el aliento y, mal que bien, dormí aquella noche.
Me felicito por la escandalosa cifra que he alcanzado. Ocho años no son pocos. Hace nueve apenas me dejaba llevar por la corriente, era ese camarón dormido del refrán; eso no era estar vivo, no del todo. Volví a nacer una primavera -como la primera vez-, la del 2014. No sufrí ninguna aparición mariana, Dios me libre de creer en nada más del más allá, sería incapaz de gestionar tal situación: un Dios que creó todo -y armó este desaguisado- me quitaría demasiadas horas de sueño.
Este segundo nacimiento -sigo sonando demasiado chiflado- fue progresivo, quizá duró más de nueve meses; y si hubo un momento de luz -de alumbrado, de parto-, no lo recuerdo. No sé cuál fue el detonante, tampoco fui consciente de estar renaciendo aquella primavera de 2014, los primeros años de vida son algo borrosos, pero, ahora, mirando atrás, veo más claro aquellos pasos iniciales. Como un Sísifo testarudo voy cumpliendo años, evitando la alternativa, y dejando caer la roca cada poco tiempo.
La edad que se me atribuye en base a mi biología y cronología es inexacta; equivocada, diría. La teoría de “los renacidos” es simple: vuelves a nacer cuando empiezas a decidir; cuando empiezas a deslumbrarte con lo nuevo, lo diferente; cuando empiezas a dudar y, sobre todo, a callar.
Si esta vida de ocho años ha sido tan llena y reveladora, qué no pasará en las próximas vidas de ocho años que viviré.
Llevaba varios mayos cumpliendo en días aburridos de la semana: ahora, felizmente, llevo dos seguidos en fin de semana: ¡esta vida es una fiesta!
Q tengas toda la aventura y felicidad en donde te guste estar. Celebrarlo es una suerte y una alegría x disfrutar de la vida. Un beso. Te deseo lo mejor Juanjo
Muy Felices 8!! Un abrazo fuerte allá donde estés ahora😘😘