Hoy ha muerto un pájaro en el balcón. Hoy ha muerto un árbol que no quiso más primaveras. Hoy ha muerto el último escritor de necrológicas. Hoy ha muerto nuestra vida de dos. Y me toca a mí escribirla.
Hoy partió el barco de Pizarnik llevándonos. Hoy no regalamos más estrellas. Hoy cosemos el adiós a los ojos del otro. Hoy no creemos que haga falta sacar un paraguas. Hoy llueve sin mesura en la ciudad en la que no viviremos. Hoy no haremos las maletas hacia el norte. Hoy no juntaremos nuestros libros, nuestras estanterías. Hoy no podremos saber qué hemos desayunado, ni qué vamos a cenar. Hoy dejo de cenar ligero. Hoy vuelvo a comer carne. Hoy fumo como un preso. Hoy escribo poemas en papelillos. Hoy me nombro emperador del desconsuelo. Hoy me quedo en casa. Hoy no camino doce minutos hasta tu boca. Hoy no desayuno con el periódico. Hoy no me importa el devenir del mundo. Hoy pienso que todo iba enserio. Hoy entiendo que no era baladí que me quisieras, que me dieras las llaves de tu casa. Hoy sé que no me debías nada. Hoy me fui sin quedarme. Hoy cumplo el augurio del pájaro tuerto. Hoy hice una zanja a medida. Hoy la lleno de tierra. Hoy no me quedan frases largas. Hoy no tengo referencias. Hoy no hago reír. Hoy mi voz se extingue. Mi oído se extingue. Mi tacto se extingue. Hoy confundo mi almohada con tu pecho. Hoy se enfría el café. Hoy vuelvo al bar donde sospechan que no vas a venir. Hoy calculo los días hasta que te olvide. Hoy hago una cuenta larga. Hoy multiplico por diez las tardes que pasé contigo. Hoy quisiera decir lo que no digo. Hoy quisiera ser quien no soy. Hoy cruzaría ríos, mares y montañas para encontrarte. Hoy fracaso en silencio. Hoy no tengo miedo, porque hoy no tengo nada. Hoy estoy quieto. Muy quieto. Hoy el aire me rodea. Hoy el tiempo me rodea. Hoy vivo bajo asedio. Hoy cierro las ventanas. Hoy pongo un letrero en la puerta “que no entre nadie”. Hoy se apaga el sol. Hoy dejo de vestirme y de lavarme. Hoy no necesito pulmones ni riñones ni dientes. Hoy no he probado bocado. Hoy soy invencible porque ya estoy vencido. Escribo el obituario. Ha muerto nuestra vida de dos.
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