Jesús, creo que estoy liando un poco con esta numeración. Empezó en veinte, y va en descendente. Aunque ya había publicado dos relatos de amor antes de empezar con "Veinte historias de amor...". En efecto, un lío.
De cualquier modo, qué bien que sigas leyéndolas y esperándolas. Y muy de acuerdo en lo de ambicioso. Intento que me rompan el corazón en cada esquina para poder contarlo, y no es fácil.
Muchas gracias.
Tus historias son como esas películas que necesitas encontrarte un sábado de sofá y manta, hastiada de tanto crimen y tanta mala noticia.
Gracias.
Imposible a estas alturas y con estos fríos pensar en otra cosa que sofás y mantas. Gracias por leer, Isabel. Abrazos.
No sé cuántas llevamos; diecisiete me pareció una cifra ambiciosa, pero me equivoqué. Esperamos ya la siguiente. Abrazos desde cualquier escenario.
Jesús, creo que estoy liando un poco con esta numeración. Empezó en veinte, y va en descendente. Aunque ya había publicado dos relatos de amor antes de empezar con "Veinte historias de amor...". En efecto, un lío.
De cualquier modo, qué bien que sigas leyéndolas y esperándolas. Y muy de acuerdo en lo de ambicioso. Intento que me rompan el corazón en cada esquina para poder contarlo, y no es fácil.
Abrazos!
Jajaja. Buscar un desamor en cada encuentro para poder sacarle un cuento es ya de por sí uno estupendo. Ni a tu amigo Zambra se le ocurriría.
Qué buenísima idea has puesto en mis palabras. Te la robo.