Las plantas, árboles y arbustos del bosque Soignes de Bruselas no caminan, pero se mueven. En cambio, Jan, uno de los guardabosques del parque, ya no recorre la floresta como antes. Jan es un joven belga de 34 años. Viste pantalón y camisa verde y lleva la cabeza rapada, parece un ranger. Habla sosegado y con profunda claridad. Me explica cómo funciona su casa y su bosque. Me dice lo que se puede y lo que no se puede hacer, después me da plena libertad; su hospitalidad es sincera.
Yo creo que sabes ponerte muy bien en el papel de cronista observador, a la vez presente, y me gusta. A veces al autor en primera persona le tienta el protagonismo, y no es aquí el caso. Abrazos, Juanjo.
Precioso relato, literario. Uno siente esas conversaciones en la hoguera como si hubiera estado allí.
Gracias, Marta. No había leído tu comentario. Pocas cosas superan una charla alrededor del fuego y bajo las estrellas: )
Saludo al autor en primera persona, humilde porque nunca quita protagonismo al personaje que trae a sus crónicas.
Un cronista experimentado le decía a uno novel: "aparta que no veo".
Confieso que me cuesta quitarme de en medio. Saludos, Chus.
Yo creo que sabes ponerte muy bien en el papel de cronista observador, a la vez presente, y me gusta. A veces al autor en primera persona le tienta el protagonismo, y no es aquí el caso. Abrazos, Juanjo.